iChampion es mas que solo los iPads (Tercera Parte)

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Courtesy Stephenville ISD

Cambiando el ambiente de un aula no es una tarea fácil. En su mayor parte, hemos estado enseñando y aprendiendo de la misma manera durante más de cien años en nuestro proceso educativo formal. Las maestras son, en general, criadoras y complacientes que a menudo se preocupan por cumplir con ciertas expectativas establecidas por los administradores, agencias estatales y los padres.

Pidiendo que prueben nuevas maneras de enseñar es miedoso por muchas razones. En primer lugar, están acostumbrados a lograr resultados con sus muchos métodos probados y verdaderos. Nuestras calificaciones han sido sólidas durante varios años, pero las calificaciones no pueden ser lo que define nuestra producción educativa. Inyectando tecnología en el aula no es suficiente para cambiar las normas y prácticas tradicionales. En segundo lugar, sus prácticas de pedagogía en el pasado se han empapado en la noción de que son los expertos en el aula. Cuando casi cualquier pregunta se puede encontrar a través del uso de la tecnología, los profesores tienen que cambiar su práctica de los presentadores a los facilitadores en el proceso de aprendizaje.

SISD sigue un proceso de cuatro pasos conocido como el modelo de SAMR. La “S” en el modelo SAMR significa sustitución. Muchas de las prácticas que una vez se hicieron con lápiz y papel ahora se están moviendo a un formato electrónico. Este primer paso o elemento fundamental permite que los estudiantes y los maestros sean más eficientes en la entrega de información y en obtener un conocimiento de menor nivel del material. Este paso simplemente mueve el aula de los libros de texto y el papel a un dispositivo dirigido por el profesor.


El aumento es el siguiente paso en el modelo y se define permitiendo que las asignaciones, los  examenes y el agrupamiento de clases se lleven a cabo de manera más eficiente mediante el uso de la tecnología como herramienta. El uso más eficiente de la tecnología permite a los profesores y estudiantes interactuar sin problemas y maximizar la eficiencia.

La modificación es la tercera fase del proceso y permite que el profesor y los estudiantes traigan un acercamiento más personalizado a cada estudiante. Varios estudiantes pueden trabajar en el mismo proyecto desde una variedad de perspectivas utilizando documentos, presentaciones y videos compartidos. Esto les permite colaborar y comunicarse fuera del día escolar con sus compañeros y el maestro. Tutoriales de conceptos también están disponibles en una variedad de programas locales y basados ​​en la red del internet.

La última pieza del modelo SAMR es la redefinición. Las visitas de campo virtuales, la colaboración con culturas fuera de su área inmediata y los proyectos basados ​​en la investigación proporcionan una nueva y única forma de aprendizaje que no estaría disponible sin el uso de la tecnología. Los dos últimos pasos del modelo no siempre son alcanzables en los primeros años de un ambiente “uno a uno”, pero son nuestros objetivos finales de un aula “iChampion”.


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